Gloria Saldarriaga: "Lo popular está en nuestro ADN"

Gloria Saldarriaga: "Lo popular está en nuestro ADN"

Creo que la discusión no debe estar sobre si lo popular está de moda o no. Estoy convencida de que lo popular está incrustado en nuestro ADN. Además, la expresión “estar in” o “estar de moda” está quedando obsoleta en estos tiempos en los que hay acceso a tanta información y afán de querer ser único.
Es interesante observar que lo popular está con nosotros todo el tiempo, tenemos contacto con el campo, con muchos símbolos del pasado y más que ponerlo de moda lo que hace cada individuo es resignificarlo, descubrir la riqueza que a nivel estético o musical pueden tener esas expresiones y lo incorpora a su manera.

Para el atuendo de esta foto, me decidí por el jaguar porque es un símbolo muy significativo en algunos pueblos indígenas, pero también está presente en la publicidad de los buses y en otros elementos de nuestra cultura. Intento entender ese significado.
Y acojo como mía una frase de Diana Vreeland (destacada editora de moda del siglo pasado) quien decía que no existe el mal gusto. Creo que se trata de tener gusto por algo y que cada persona puede usar lo que le gusta de una manera o de otra.

Es llamativo que muchas personas consideren que lo popular es de mal gusto. Es una consideración que obedece a la mentalidad de alguna de nuestra gente de querer ser europeo o norteamericano o de otra parte. No creo que asumir o resignificar lo popular sea un movimiento nuevo. De hecho siempre han existido los mercados artesanales o populares. Tal vez hay ahora una tendencia a valorar más lo que se tiene o la ciudad donde se vive.

Siempre he visto las cosas desde otro punto de vista y no juzgo los gustos que tiene la gente. No se trata de que todo me guste, es que me he dedicado a estar más desprevenida y ver las cosas con otros ojos. Y quiero compartir con las lectoras de CROMOS está anécdota que me explica: Hace unos tres años vino a Medellín una extraordinaria y reputada artista francesa llamada Sophie Calle (se pronuncia cal). En una comida en mi casa, hablamos de la coincidencia de su apellido con personajes familiares para nosotros como Arturo Calle y las Hermanitas Calle. Ella se mostró muy interesada, así que le pusimos a oír La Cuchilla. Sophie quedó fascinada y en los cuatro días de montaje de su exposición en el Museo de Arte Moderno, se aprendió la letra y las mandó a buscar, de tal manera que en la inauguración de la muestra, el show fueron las Hermanitas Calle y Sophie cantando La Cuchilla.

Ella le dio un valor y un significado a una letra desgarradora, que a ella le parece bonita –a mí también–. Los artistas suelen estar más desprevenidos, quieren ver más allá, encontrar otras explicaciones, otros valores, entender por qué alguien canta así, por qué alguien escribe una letra así. Es conocer al pueblo colombiano.

En la moda estamos al rescate de lo artesanal. Le estamos dando un valor especial a lo hecho a mano, como los bordados de Cartago o el macramé de Cundinamarca y Boyacá o a la ruana, símbolo de nuestros campesinos. Para mí que soy paisa está más cercano el poncho, pero cuando Nairo Quintana ganó la carrera y se sacó la ruana rosada, yo la quise tener y la uso mucho.

En este momento estoy recolectando información de los 102 pueblos indígenas que sobreviven y de los que sabemos muy poco. Estoy investigando sus costumbres, sus atuendos, los materiales, tejidos y bordados.

Foto: Juan José Horta.