Buscando a Sugarman es nuestra película recomendada

Buscando a Sugarman es nuestra película recomendada

Documental Dirección: Malik Bendjelloul

Guión: Malik Bendjelloul, Stephen ‘Sugar’ Segerman  

¿Cómo puede haber sido alguien tan famoso sin saberlo? A finales de los años sesenta y comienzos de los setenta, un músico estadounidense llamado Sixto Rodríguez vivió su cuarto hora de popularidad. Pero no precisamente en Detroit, donde vivía; ni siquiera en Estados Unidos, donde grabó dos discos antes de desaparecer de la escena musical por falta de público y dedicarse a la construcción. En esa época (como en la de hoy) no era raro que miles de músicos ensayaran pegar algún tema que los lanzara al estrellato, y luego renunciaran a sus sueños ante la escasa evidencia de su éxito.

De manera que Sixto colgó sus guitarras y se ocupó de obrero durante el resto de sus días. Pero algo raro sucedió en Sudáfrica. Allí sus letras y su música se convirtieron en un fenómeno social, en himnos rebeldes contra el apartheid. Su nombre, Rodríguez, se transformó en una leyenda que derivó pronto en el mito que se había suicidado durante un concierto.  En 1998, un agudo periodista sueco y un vendedor de discos de Ciudad del Cabo coincidieron en la necesidad de buscar, para millones de fanáticos, las raíces de Rodríguez y comprender su drástica decisión de quitarse la vida. Pronto se dieron cuenta de que Rodríguez no había fallecido. 

Pocas veces tiene uno la oportunidad de ver un documental tan sorprendente como este. Por el tema: la búsqueda de un ídolo que se suponía muerto y no lo está; por el estilo con que está narrado, enriquecido con entrevistas que van destapando pistas para conmoción del público; por la riqueza de las imágenes de apoyo, que ayudan a marcar una época; y por la grandiosidad de su final, la sentida consagración casual de alguien tan humilde que ni siquiera se sentía merecedor de tan increíble homenaje. Buscando a Sugarman es un claro ejemplo de cómo ciertos documentales, como las buenas obras de arte, no solo reconstruyen la historia, sino que la elaboran. La vida de Rodríguez, como la de todos sus seguidores, y como la de todos los espectadores, nunca será la misma después de este testimonio.