«Nunca he tratado de copiar a nadie» Toya Montoya

«Nunca he tratado de copiar a nadie» Toya Montoya

Esta samaria siempre comienza un año sin expectativas. No porque no le importe su futuro o no tenga afán de trabajar. Es solo que hace mucho tiempo aprendió que cuando está feliz y tranquila con lo que hace, las cosas llegan.

Eso explicaría el por qué nunca se le ve de mal genio o con mala cara. Es más, es tal su sencillez que a los cinco minutos de empezar a entrevistarla, uno se olvida de que es una de las modelos de mayor reconocimiento en el país. Es como hablar con una amiga a quien uno no ve hace años. Y no lo digo en sentido negativo. Al contrario, resulta refrescante ver cómo una mujer tan exitosa y reconocida no se deja llevar por la fama, y que mantiene sus pies bien puestos sobre la tierra.

Nuestra conversación tuvo lugar un día antes de la entrega de los Premios Cromos de la Moda, así que la Toya no sabía que la razón de nuestro encuentro era su elección como la mejor modelo femenina de este año. Para poder hablar medianamente del tema, arrancamos por su balance del 2014 en términos profesionales. Con una sonrisa gigante, afirmó: «Fue increíble, tal vez uno de los más productivos de mi carrera».
 

Camiseta y falda: MANGO
«Para mí el modelaje es una terapia. Me divierte tanto que me mantiene tranquila y con buena energía.»

Y no exageraba. Arrancó con un programa del canal UNE, llamado Hoteles, que la llevó a viajar por Colombia descubriendo los mejores lugares para los viajeros. Nada mal para una costeña amante de la aventura, a quien cada momento libre es una excusa para hacer maletas y recorrer el mundo. Este gusto en particular nos llevó a hablar de otro proyecto que puso su nombre en boca de muchos, no solo en Colombia. Por segundo año fue presentadora del reality The Amazing Race Latinoamérica, donde se ganó el cariño de los participantes por su buena actitud, y el respeto de los televidentes por su naturalidad frente a las cámaras.

Hacerlo fue fácil en el sentido de que entendía al pie de la letra la dinámica del programa: qué es un retorno, un desvío, la ansiedad de no saber si se llegó de último (pues fue participante en la primera temporada en 2011). Lo difícil fue encontrar el equilibrio entre lo que es ella, y el personaje que requiere el formato. Sin mencionar que tenía el reto de que a la gente le gustara que una mujer estuviera al frente del programa, que siempre había sido presentado por hombres mayores.
 

Blusa y short: Johanna Ortíz
«El día que sienta que modelar es una obligación, simplemente dejo de hacerlo.»

Como era de esperarse, no solo lo logró, sino que descrestó. Cuando se le pregunta por su clave o secreto del éxito, responde con la misma naturalidad con la que comenzó esta conversación. «Siempre he sido yo, nunca he tratado de copiar a nadie. He tratado de aprender cosas de las presentadoras con las que trabajo a nivel técnico, pero no por querer parecerme a nadie. Siempre he sido igual de costeña frente a las cámaras, si me río, me río».

Lo mismo aplica al modelaje. Desde hace quince años que empezó, ha sido la samaria alegre, buena onda, responsable y muy agradecida con las oportunidades que se le presentan. Solo este año, tuvo dos campañas grandes, la de Studio F, que para ella más que un trabajo fue como estar con su familia, pues es el mismo equipo de trabajo hace cinco años. Y Bronzini, una marca Éxito, que disfrutó mucho pues le permitió mostrarse divertida y fresca, lejos de la imagen sexi a la que nos tiene acostumbrados. 

La  Toya no se rige bajo lo que dicta la moda, ni se deja afectar por críticas ni comentarios negativos. «He aprendido a entender que mi trabajo, al igual que todo en la vida, hay gente a la que le gusta, y gente que lo odia. Lo importante es que yo me lo goce y que me haga feliz. El día que sienta que es una obligación, simplemente lo dejo de hacer». Y a juzgar por su actitud en la sesión de fotos que acompañó nuestra charla, falta mucho para que ese día llegue. La mujer relajada, sencilla, de pelo recogido, que mientras hablábamos comía feliz corazones de hojaldre y platanitos, se transformó en una femme fatale, arrolladora e intimidante, a la que uno no le puede quitar los ojos de encima.
 

Blusa y zapatos: PINK FILOSOFY
«Prefiero las sesiones de fotos que los desfiles porque me dan más tiempo para proponer cosas. En una pasarela tienes menos de un minuto para impresionar.»

En ese momento comprobé lo que la gente comenta durante las ferias de moda, después de que la ven desfilar. La Toya Montoya es un camaleón que se da el lujo de cambiar a su antojo, y mejor que nadie. En palabras del jurado de los Premios Cromos de este año, Vicky Turbay, Tuti Barrera y Rocío Arias, la razón por la que la eligieron como la mejor modelo del 2014, es que «hace su trabajo como muy pocas profesionales; tiene un cuerpo impecable, destreza en pasarela, capaz de recrear para cada diseñador el estilo que se propone. Es una mujer que se adapta a las colecciones con un brillo silencioso. Las prendas sobre ella no se opacan; consigue dotarlas del estilo inconfundible de quienes ejercen su profesión con talento y seguridad. ¿Qué más puede pedir una marca en un desfile?».

Lo más increíble es que fácilmente podría no esforzarse por seguir haciendo cosas nuevas, ni hacerlas bien, y dejar que su fama y recorrido hablen por ella. Pero Toya está lejos de conformarse o de sentir que tiene la vida asegurada. Así lo demostró con su reacción al día siguiente, al recibir el premio a Mejor modelo del año. Gritó, dejó caer el premio de los nervios, lloró y solo tuvo palabras de agradecimiento. «No me lo esperaba, estaba nominada con mujeres hermosas y muy talentosas, que al igual que yo han dejado el alma y han dado todo por esta carrera, que no es fácil. Pero estoy feliz porque de verdad he trabajado muy juiciosa desde los quince años. Se me va a salir el corazón de la emoción». 
 

Blusa y zapatos: PINK FILOSOFY

Fotos: Hernán Puentes
Asistente de fotografía: Junior Rojas
Pelo y maquillaje: Alex Ramos

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