El Síndrome de Intestino Irritable (SII), más conocido como colon irritable, puede ser una verdadera molestia para quienes lo padecen.
Sin embargo, hay esperanza en la forma de una dieta personalizada, según la doctora Manuela Calle, nutricionista dietista graduada de la Universidad CES, quien en conversación con CROMOS nos explicó un poco más acerca de este tema que afecta a miles de personas en todo el mundo.
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¿Qué son los alimentos FODMAP?
Los FODMAP (u oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles o polialcoholes fermentables), son una amplia gama de alimentos que pueden desencadenar síntomas como la diarrea, estreñimiento o dolor abdominal en personas con colon irritable. La doctora Calle nos guía a través de cada uno de ellos:
Monosacáridos (fructosa)
Están presentes naturalmente en frutas y su tolerancia puede variar según la cantidad y el nivel de maduración del alimento.
Disacáridos (lactosa)
Se encuentran principalmente en lácteos y se recomienda evaluar la tolerancia y limitar el consumo de leche o sus derivados (queso o mantequilla) si es necesario.
Oligosacáridos
Abundantes en alimentos integrales como trigo, lentejas y garbanzos, pueden provocar fermentación y síntomas gastrointestinales, “lo que lleva a que produzcan gas cuando se unen con las bacterias del colon”.
Polialcoholes
Utilizados como edulcorantes en productos procesados, se encuentran en frutas, verduras y productos como “salsa de soya, endulzantes, dulces, chicles, helados y postres”.
La lenteja es un alimento que puede generar colon irritable.
¿Cómo funciona la dieta FODMAP?
Al conocer cuáles son los tipos de sustancias que pueden alterar el SII, es momento de saber cómo contrarrestar sus efectos en el cuerpo. Para esto, se usa la dieta FODMAP que, de acuerdo con la experta, “es el estándar para estas patologías”.
Sin embargo, la doctora advierte que, si bien es efectiva, puede resultar muy restrictiva y desafiante de seguir. Esta dieta se divide en tres etapas clave.
1. Etapa de eliminación
Durante esta fase, que puede durar de 2 a 6 semanas, se eliminan los alimentos que contienen carbohidratos fermentables, y se prioriza el consumo de aquellos bajos en FODMAP. Esta primera etapa busca reducir los síntomas del SII hasta en un 75%.
2. Etapa de reintroducción
Durante aproximadamente 6 a 8 semanas, se reintroducen gradualmente alimentos con componentes FODMAP en la dieta del paciente para identificar los desencadenantes específicos de los síntomas, “porque esto varía mucho de paciente a paciente”.
3. Etapa de personalización
Finalmente, se desarrolla un plan de alimentación personalizado que se adapta a las necesidades y gustos individuales del paciente. “Se le va enseñando a la persona cómo puede reintroducir en la dieta algunos de estos alimentos con componentes FODMAP que hemos evitado, en cantidades controladas para evitar la reaparición de los síntomas”, añade.
¿Qué alimentos son más gentiles con el síndrome de colon irritable?
Aunque una de las quejas más frecuentes por parte de personas que sufren del SII es la poca variedad de alimentos que pueden comer sin que estos afecten su actividad intestinal, la doctora Calle suministró una lista de alimentos que son más amables para las personas en este incómodo y difícil proceso.
Entre los vegetales bajos en FODMAPS se encuentran la berenjena, el frijol verde, el pimentón, la zanahoria, el pepino, la lechuga, la papa, el tomate y el zapallo italiano. De frutas están la uva, kiwi, mandarina, naranja, piña y la fresa.
En lácteos la alternativa es el queso y la mantequilla (a menos que sean retirados durante la dieta), leche sin lactosa, leche de soya, bebidas de almendras, proteínas vegetales y el tofu firme.
De cereales tenemos el maíz, la quinua, la avena y el arroz. Semillas y frutos secos: nueces maní, macadamias y semillas de zapallo. Y de azúcares endulzantes tendríamos el jarabe de maple y el chocolate amargo.
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Más allá de la dieta
Además de controlar la ingesta de alimentos y seguir una dieta balanceada, el manejo del estrés juega un papel crucial en el tratamiento del SII. Estudios sugieren que el estrés puede exacerbar los síntomas, por lo que se recomienda la meditación, el ejercicio regular y una buena calidad de sueño para reducir esta condición y mejorar los síntomas.
Por último, la nutricionista recuerda que el enfoque para abordar el SII es altamente individualizado y debe ser supervisado por un profesional de la salud capacitado. La combinación de una dieta FODMAP adaptada a las necesidades individuales, junto con estrategias de manejo del estrés, puede ser la clave para encontrar alivio y recuperar la calidad de vida.