Mujer acostada en la cama
Aunque cada una de nosotras conoce su cuerpo y sabe las sensaciones que nos producen más placer para alcanzar el orgasmo, existen otros métodos que pueden llevarnos al clímax dejando a un lado la estimulación vaginal, de pezones o clítoris.
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El orgasmo cervical es uno de ellos. Se trata de uno de los puntos más sensibles de la mujer que se encuentra ubicado en el fondo de la vagina, cerca del útero y de algunos conductos urinarios que producen mucho más placer y hacen de tu vida sexual algo más estimulante y prolongado.
Este tipo de experimentación sexual puede producir llanto, felicidad, o un extraño dolor que provoca sensaciones de placer que los sexólogos catalogan como el “punto G” de la mujer. (El pezón, ¡el gran aliado del orgasmo!)
¿Cómo se logra?
Es muy probable que en ocasiones durante tus encuentros sexuales la penetración profunda te cause un dolor extraño que no puedes describir porque no sabes si duele o por el contrario lo disfrutas, justamente esto significa que estás estimulando tu cérvix, así que no te preocupes si sientes una presión, aprende a manejarla para que te lleve al punto máximo del clímax. (Cinco trucos para alcanzar un orgasmo simultáneo)
¡No tengas miedo de explorarte! Nadie debe conocer tu cuerpo mejor que tú misma, así que deja que hable por sí solo, date la oportunidad de experimentar y de escoger lo que más te gusta en tus encuentros sexuales, al principio puede parecer doloroso, pero luego será algo que va a fluir sin presiones.
Foto: Istock.